Dorado Gobi

10 dias en el desierto del Gobi

Tras la pista de Gengis Kan

Hoy salimos, 4 horas hasta Moscú, 12 horas en el aeropuerto y otras tantas hasta Ulan Bator. Dos meses en Mongolia y ningún plan hecho. Estepa, montaña, camellos, caballos y sobretodo: cabras, cabras y cabras.

¿Por qué Mongolia? es la pregunta más repetida y aún no tiene respuesta, ya veremos a la vuelta.

Nos vemos en nada!!!

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Java, saliendo de la burbuja

Hablando de algo qué una vez había sido una carretera un indonesio de Flores decía que el dinero no llegaba a la isla y se preguntaba que a donde iba: la respuesta es a Jakarta.

Pero me adelanto.

Si viajáis por un país musulmán os daré un consejo, no viajéis después del ramadán: todos los locales se va de vacaciones, algunos a sus pueblos de origen, y saturan los transportes (siendo ir a llorarle al jefe de la estación de trenes con que vas a perder el avión una de las pocas opciones de moverse); los hoteles se llenas y doblan su precio (es muy frustrante llegar a las 21:00 y tener que patearse decenas de hoteles para encontrar uno decente y asequible); vas a sitios increíbles y es imposible sacar la foto que quieres.

Eso es lo que me paso en Yogyakarta, el centro cultural de Java, y con las ruinas de Burubudur cerca.
No puedo decir mucho de la verdadera Yogyakarta porque estaba tomada por los turistas, pero es una ciudad en la que da gusto callejear (con muestras de arte cada poco), carros de caballos, becaks, los primeros artistas callejeros que he visto en le viaje, scouts que te ayudan a cruzar la calle, indonesios horteras, dependientes de agencias de viajes honrados que te indican como comprar un billete de tren y restaurantes que sirven cobra y boa.

Cerca de Yogyakarta están los templos de Borobudur (templo budista) y Prambanan. (templo hindú). Ambos son patrimonio de la humanidad, restaurados después de estar siglos abandonados y casi derruidos, lo que les hace parecer en algunos sitios como un puzzle montado con piezas que no encajan, pero ole a las restauraciones.
Borobudur me gusto más, y creo que hubiese merecido la pena contratar un guía. En e te enteras que en el siglo VIII había una ruta comercial que conectaba Indonesia y África


Prambanan… esta cuco comparado los con los templos de India.

En Jakarta estuve sólo una mañana, haciendo tiempo para coger el avión de vuelta a España, y es extraño encontrarse una ciudad de rascacielos en un país de casas bajas. Todo el mundo te dice que es una ciudad fea y que mejor pasar de largo, pero al menos el museo nacional merece una mañana larga.

Java con una población de 124 millones (más de la mitad de la población del país) y menos de un 10 % de su superficie parece que su política es bastante centralista. Me pase un mes en Indonesia sin abrir un periódico local y sin leer algo de su historia, pero de pronto abres uno, ves una foto de militares en la sección nacional y te entra la curiosidad. Después se te cae el mito de país idílico y te preguntas si has estado viajando por el Varadero de Indonesia… o quizá has estado viajando por zonas a las que dejan tranquilas por que no tienen recursos naturales que explotar como Papúa.

 

 

Lubuan Bajo: dragones, antorchas y mantas

(la foto de la manta no es mia :-( )

Puedes visitar el parque nacional de Komodo de varias formas: en un guiri tour desde Lombok, una isla al lado de Bali, de 3 o 5 dias; en un liveaboard a bordo, que se iba un poco de presupuesto: o usando Lubuan Bajo, una ciudad costera en la isla de flores, como punto de entrada.
Si Bali eran casas que parecían templos y turístico, Flores son casas con tejado de metal y muy real, algo que casi se agradece.

 

Después de hacer oídos sordos a la gente que te dice que en la isla de Komodo no se ven dragones (en julio y agosto están en época de apareamiento) me decidí a hacer un viaje de dos días y una noche que incluye visitar las islas de Rinca y Komodo para ver dragones y snorkel en Pink Beach y Manta Point. Lo mas común es hacer noche en el barco y otro snorkel, pero por motivos varios acabe haciendo noche con un grupo en la isla de Komodo, durmiendo en la casa del capitán.

Tuvimos suertes de ver dragones en ambas islas, los mas grandes en la isla de Komodo, unos 3 metros de largo, aunque casi todos cerca de las casetas de los guardas, donde bajan atraídos por el olor de la comida. Que decir, me recuerdan los perezosos, mas tiempo de tumbados al sol que haciendo cosas. Te preguntas como no se han extinto, pero dado su forma de cazar (dando un bocado a una victima que muere envenenada a la semana y comiéndoselo entonces) supongo que las victimas no lo tienen por cazador.

 

Durante nuestra noche en Komodo, el 27 de julio, empezó a pasar gente por las calles con antorchas, y al principio supuse que era porque se había ido la luz. Pero no, eran niños que armados con antorchas, combustible y petardos celebraban el fin del ramadan en un pueblo sin coches: inimaginable en nuestra algodonado Europa, contemplar esa libertad, energía y alegría .


El snorkel sencillamente increíble, nadando a uno-dos metros de los corales y toda la fauna que conlleva: si eres afortunado, tortugas, sepias y algún tiburón; y si eres muy afortunado alguna manta.

El parque de Komodo también es conocido por ser una de las mejores de zona de submarinismo del mundo, en un punto en el confluyen las corrientes del pacifico y el indico, y con solo con tres inmersiones en sus aguas me quedo con muchas ganas de volver.

Al dejar Lubuan Bajo su aeropuerto te deja sin palabras y con una sonrisa.
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(Esta es la bandeja para que utilizan en los scaners.)

 

Bali no es isla para peatones

Si tuviese que describir Bali con una palabra seria adorable: la gente muy simpática y siempre esta sonriendo; templitos muy sencillos en todas las casas, negocios y en general por cualquier lado; farolillos y ofrendas hechas con hojas de palmera; clima para estar todo el día en manga corta pero sin apenas mosquitos.
En Bali son hindues, pero a su estilo, con granos de arroz en vez de pintura.

Y que hacer en Bali: alquilar un motillo e ir a visitar alguna de las playas mas bonitas que he visto; beber un coco en una tumbona al atardecer; elegir un pescado en alguno de los chiringuitos de la playa y esperar a que lo cocinen a la brasa; una meca del surf y buen punto de submarinismo.

Pero es un ejemplo de como el turismo puede ser algo negativo: Kuta, una ciudad cercana al aeropuerto con una playa larguísima, de unos 4 km de largo, es un Benidor a escala internacional; todas las playas están plagadas de hoteles y resorts, algunos construidos con tan mala planificación y tan cerca de la playa que se la están cargando; comparativamente con la agricultura y la pesca el turismo es una mina, así que mucha gente, tanto de Bali como de otras islas, deja sus ocupaciones tradicionales.

Y el chiste malo del principio es porque en Indonesia la gasolina es baratisima, unos 0,40 euros el litro, así que todo el mundo se mueve en moto. A consecuencia de ello no hay autobuses públicos y te toca parar a alguien y que te lleve en moto o ir en taxi que es bastante caro. Si te quieres mover entre ciudades pocas opciones hay, una agencia llamada Perama que tiene algún autobuses. Si te atreves a conducir por la izquierda y tienes el carnet de conducir internacional puedes alquilar una scuter por 5$ al día… bueno, si no tienes el carnet también puedes alquilar, porque ni te lo piden, pero te arriesgas a pagar un multa que dependiendo del policía y de quien te lo cuente oscila entre 1,5 o 60 euros.

Y que he hecho yo por aquí…

Llegue a Dempasar un ciudad sin muchas atracciones turísticas, pero que esta bien para pasar un día y ver como es una ciudad de verdad en Bali.

Después pare en Kuta un día, pequeño error que subsane llendome a Jimbaran un par de días.

9 dias en Candidasa, 2 de turisteo subiendo a volcanes de 3000 msnm de noche para ver el amanecer y festivales locales y 7 haciendo submarismo, tras lo cual ya soy un feliz buceador que puede bajar a una profundidad de 30 m.
Y que decir del submarinismo si no que es una experiencia increíble que te abre una puerta para explorar una parte del mundo completamente distinta, en la que te puedes acercar bastante a la fauna.
No tengo fotos de lo que he visto, pero os dejo un video que unos españoles que he conocido aquí grabaron hace dos años y el nombre de un agencia, Benthos, que tienen monitores muy buenos que hablan castellano. Flores o las Gili son mas baratas para sacarse las licencias, pero yo me saque las licencias siendo el unico alumno de los cursos, asi que no quejare.

 

Y finalmete unos dias en Ubud, algo asi como el centro artistico de la isla y rodeado de pueblos que se dedican cada uno a lo suyo (tallado de madera, de hueso, pintura, etc). La parte negativa de la ciudad de Ubud es que se ha convertido practicamente en una ciudad para turistas, pero todavia quedan algunas calles rodeadas por campos de arroz.

Y entre otras cosas me voy de Bali sin visitar las islas Gili, eso que todo el mundo te recomienda.

Adios a la India

India es… es …

Es un flujo caótico y constante de gente que de alguna manera consigue salir adelante; es color por donde quiera que haya una mujer; es niños jugando al cricket a cualquier hora y en cualquier lugar, ya sea en calles, campos de cultivo, playas, descampados o vertederos; es aceptación, pero no resignación, de lo quiera que pase, dejando que las cosas sigan hacia delante.

Es contraste y diversidad, pudiendo ver a mujeres vistiendo ropas coloridas, vistiendo burca, un tipo con turbante y a unos monjes budistas en pocos metros.

Es naturaleza e historia increíble a cada paso que das, a veces hasta 30 veces mas cara de ver si eres extranjero (0,12 euros para un local entrar al museo nacional en Delhi, frente a los 3,75 para los extranjeros).

Es el paraíso de los vegetarianos, con casi mas restaurantes vegetarianos que con carne; en cualquier actividad (excursiones, trekkings, viajes de dos días en bus) por defecto te ponen comida vegetariana. Llega al extremo de los absurdo como que te indiquen que una chocolatina es vegetariana.
Los carnívoros se tendrán que conformar con pollo y a veces cordero, por eso de que las vacas son sagradas para los indues y los cerdos impuros para los musulmanes.

Es espiritualidad, con gente que se extraña, y casi hasta indigna, cuando les dices que no crees en ningún dios. Aunque a mi me parece muy enfocada en reliquias y estatuas, pero como no he ido a Benares, ni asistido a ningún festival ni peregrinación, así que no hablare mucho.

Es el peor trafico que existe, donde no frena nadie y los adelantamientos se hacen si o si, obligando a reducir la velocidad al que viene en dirección contraria o se hacen por el arcén, aunque implique que los peatones se tengan aque apartar; donde existen señales de trafico para recomendarte que toques el claxon; donde estas andando por medio de un mercadillo abarrotado y de repente un gañan con una moto se abre camino si o si

Es miseria que te parte el corazón cuando ves a un niño mendigando; es el 60 % de la población urbana, un 20 % de la total, que vive en slums, y a la rural tampoco es que vaya de fabula.

Es un futuro incierto, con una población de 1200 millones, que crece a una tasa anual 1.3%, y un 70% de la gente que trabaja en negro, quizá en trabajos temporales, y que a ver como mantiene ese crecimiento.

La india puedes verla por la puerta de delante en un autobús o ricksaw, ruidosa, con puestos de lo que sea cada dos metros a lo largo de toda una carretera; o puedes verla por puerta de atrás en un tren, mejor desde las puertas de los vagones que nunca cierran, con sus campos de cultivos, sus patios traseros de las casas.
Pero la ves despacito porque ninguno de los dos pasa de los 40 km/h.

Y «solo» he estado dos meses, dos meses que me han dado para ver una pequeña parte, pero no para ver ningún festival religioso, ni para ver nada de esa vida rural en la que vive la mayoría de la población y que tanto alababan Gandhi y Tagore.

Pero bueno, ya habra ocasión de volver y tomarse una taza de chai hirviendo, hagan 20 o 48 grados.

Ladakh, un pequeño Tibet en la India

Entras en Ladakh y la verdad es que no parece la India: banderillas con mantras ondeando al viento; muros de adobe: marcos de ventanas de madera tallada; estupas; arboles que parecen fuera de lugar en esa meseta desértica a 3500 msnm; distintas ropas; sin autoricksaws; y budismo como religión mayoritaria.

Es un lugar muy sencillo en el que se sientes cómodo enseguida y que te tienes que tomar con mucha calma los primeros días para no padecer mal de altura. A esa calma contribuye que el roaming esta capado en esta provincia por eso de que linda con Pakistan.
Dejando de lado la vida urbana es una zona magnifica para hacer trekkings durante todo el año, en verano para aprovechar el buen tiempo y en invierno con la esperanza de ver leopardos de las nieves.
Yo me marque uno de cinco días por el valle de Makhra, que merece la pena principalmente por el ultimo día: empieza en un campamento en valle verde cruzado por riachuelos y con rebaños de yaks, burros y vacas 4700 msnm; sube por un paso a 5200 m y baja por cánones en el que los puntos para cruzar los ríos a veces se los hacen los guias acumulando piedras para terminar en 3800 m.
Pero de todo esto es lo que menos se habla en Ladakh en estos días, está revolucionada porque el Dalai Lama está del día 3 al 14 impartiendo una introducción al Kalachakra este año, la práctica de meditacion mas difícil del budismo tibetano, y que venden como oración por el mundo. Esa revolución se traduce en alojamiento llenos y subidos de precio.
Me fui de Ladakh, mi última etapa en la India, en avión y es increíble eso de sobrevolar montañas de 6000 m volando a 9000 m (o eso creo), fue algo así ver una maqueta del Himalaya

Manali – Leh, adentrándose en el Himalaya

Y cuando quedan 97 km, unas 3 horas de camino, y empiezan los valles entre montanas de un rojo purpureo con los estratos que las forman casi verticales, los burros por los caminos y y la desértica llanura que los ladakies están convirtiendo en un vergel, se te acaba la batería de la cámara…

Manali esta separado de Leh por unos 250 kilómetros en linea recta, pero se alargan a 475 km por la carretera que discurre por puertos a 5300 m.s.n.m. , y a unas veinti y pico horas que lleva recorrerla. Te venden que se puede hacer en un día en unas 18 horas, pero aunque solo sea por disfrutar del paisaje merece la pena partirlo en dos jornadas.

Manali, entrando al Himalaya

Manali es un oasis tras venir del calor de Delhi, donde te tienes que arropar con una manta por las noches; un nido de hippies de todas las edades que vienen aquí por el paisaje, la relajada vida de montaña y el hachís local; ciudad de vacaciones de indios, que buscan huir del calor; carteles y algún teclado en hebreo; un lugar  en el que practicar senderismo, escalada, rafting, etc: ciudad en la única ruta a Ladakh, la parte mas septentrional de la india, atravesando puertos de 5000 m y que atrae innumerables moteros (y si, se pueden alquilar motos aquí); un pueblo donde se venden productos quechua; croassanes rellenos de nutella y chai para merendar.

Como nota ecologista en este estado los comercios no dan bolsas de plástico, prohibido hacer unos años, sino bolsas de tela o de papel de periódico.
Y como nota sobre las condiciones laborales, el hombre que se encargaba de meter y sacar el equipaje de la bodega, juraría que hizo todo el viaje en esta vigilandolo, al menos es lo que parecía cuando el autobús paraba en algún sitio y le habrían la puerta para que le diera el aire.